Capturan a la versión china de “Jack El Destripador”
Autor de la violación y muerte de 11 mujeres, algunas de las cuales presentaban sus aparatos genitales descuartizados.
La policia china cree haber detenido un asesino en serie conocido como el ‘Jack El Destripador chino’, autor de la violación y muerte de 11 mujeres, algunas de las cuales presentaban sus aparatos genitales descuartizados, anunciaron el día de ayer, medios estatales.
Gao Chengyong, de 52 años, fue detenido en la tienda de comestibles que regentaba junto a su mujer en Baiyin, en la provincia pobre de Gansu (noroeste), informó el periódico China Daily. El hombre confesó los asesinatos, que llevó a cabo entre 1988 y 2002 en la provincia de Gansu y la vecina región de Mongolia interior, según este rotativo, que cita al Ministerio de Seguridad chino.
El autor de los crímenes se fijaba en mujeres jóvenes vestidas de rojo, las seguía hasta sus casas para violarlas y luego asesinarlas, a menudo estrangulándolas. Su víctima más joven tenía ocho años. El asesino había mutilado a varias de estas mujeres, seccionando partes de sus cuerpos, y extirpando los órganos genitales de algunas de ellas, precisó el periódico Xinjing Bao (Beijing News).
Odiaba a las mujeres
Este modus operandi le ha valido el sobrenombre de ‘Jack El Destripador chino’ en varios medios de comunicación del país. “Tenía una perversión sexual y odiaba a las mujeres”, declaró la policia en 2004, cuando estableció por primera vez una relación entre las diferentes muertes. “Es una persona solitaria y asocial”, subrayó, por otra parte, la policía.
Gao Chengyong ha sido identificado por casualidad, después de que a un miembro de su familia, detenido por un delito menor, la policía le extrajera ADN, indico el China Daily. Los investigadores notaron entonces similitudes con el ADN del asesino al que buscaban desde hacía 28 años y ordenaron realizar pruebas a otros hombres de su familia.
No existe, de momento, explicación algunas para explicar que no se produjera ningún asesinato más desde 2002. Los errores judiciales no son extraños en China ya que el uso de la fuerza para obtener confesiones está muy extendido. La justicia china ha reconocido como inocentes a muchas personas en los últimos años tras ser ejecutadas o encarceladas, ya fuera después de descubrirse a los verdaderos culpables o que apareciera la víctima que ellos suponían que había sido asesinada.