Científicos aseguran que uno de los últimos dinosaurios en existir dejó su piel impresa en una roca
Los científicos descubrieron la huella que dejaron las escamas de la piel de un dinosaurio al apoyarse en el suelo hace unos 66 millones de años.
Hace unos 66 millones de años un dinosaurio se apoyó en el suelo y dejó marcadas las escamas de su piel en los lodos de la ribera de un río, ahora convertidos en roca sedimentaria en el yacimiento de Vallcebre en Barcelona
Una investigación geológica de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), con la colaboración del Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont (ICP), en Vallcebre, cerca de Berga, para estudiar el origen de unas rocas sedimentarias del Cretácico Superior (de hace unos 66 millones de años), ha sacado a la luz un hallazgo extraordinario. Se trata de la huella que dejaron las escamas de la piel de un dinosaurio al apoyarse en el suelo.
La zona, en aquella época, correspondía a los lodos de la ribera de un río. Casualmente, aquellos lodos donde quedó impresionada la piel del animal se cubrieron de arenas que petrificaron, a lo largo de miles de años, para formar gres, la roca sedimentaria que preservó la forma de las huellas descubierta por los investigadores. La arena actuó de molde, por lo que lo que ahora se puede observar en la roca, más que una huella, es el relieve de la piel original del animal.
El hallazgo tiene un carácter excepcional, ya que el Cretácico Superior corresponde a la época en la que vivieron los últimos dinosaurios antes de la extinción. Según los científicos, hay pocas zonas en el mundo con rocas de esta época y caracterizar estos dinosaurios es muy importante para entender cómo y por qué desaparecieron.