Directora de Facebook da un emotivo discurso
“Son los tiempos difíciles los que determinan quiénes son ustedes. No serán definidos por sus logros y éxitos, "
La directora operativa de Facebook, Sheryl Sandberg, dio un conmovedor discurso en la ceremonia de graduación de la Universidad de California. Sus palabras, que hacen alusión a lo importante que es superar la adversidad para el ser humano, han dado la vuelta al mundo.
“No estoy aquí para contarles las cosas que he aprendido de la vida. Hoy, trataré de contarles lo que he aprendido de la muerte.Hace un año y 13 días, perdí a mi esposo, Dave. Su muerte fue repentina e inesperada. Estábamos en México de vacaciones cuando yo decidí que dormiría una siesta y Dave fue a hacer ejercicios. Lo que pasó después fue impensado -entrar a un gimnasio y verlo en el piso. Volar de vuelta a casa para decirles a mis hijos que su padre ya no estaba. Ver su ataúd desapareciendo bajo la tierra.
Desde ese entonces me he visto sumergida en un profundo estado de angustia, un vacío se apoderó de mi corazón y a ratos me cuesta pensar o hasta respirar. La muerte de Dave me caló hondo pero aprendí mucho.
Aprendí lo que es la tristeza verdadera y conocí la brutalidad que significa perder a alguien, pero también aprendí que cuando la vida te tira hacia abajo, puedes patear el fondo para volver a la superficie. Aprendí que en todo desafío, se puede elegir ser feliz.
Comparto esto con ustedes para que en algún futuro no muy lejano, puedan aprender lo que yo aprendí de la muerte, antes de tener que vivirla.
Es seguro que en algún momento vivirán la adversidad. La pérdida de una oportunidad, el trabajo que no funcionó, la enfermedad o el accidente que cambió todo en un instante. La pérdida de la dignidad, la pérdida del amor, la pérdida de la vida en sí misma.
No es necesario preguntarse si alguna de estas cosas les pasará a ustedes. Les pasará. Hoy quiero hablarles de lo que sigue a cuando llega la adversidad. Quiero decirles lo que se puede hacer para superarla.
Pues son los tiempos difíciles los que determinan quiénes son ustedes. No serán definidos por sus logros y éxitos, sino que por cómo superan sus peores fracasos.
Algunas semanas después que Dave muriera, yo estaba hablando con mi amigo Phil acerca de una actividad padre-hijo que uno de mis niños tenía y me largué a llorar porque mi esposo no estaba ahí para participar. Phil me abrazó y dijo, “La opción A no está disponible. Entonces hagamos lo mejor posible con la opción B”
Todos, en algún punto, debemos vivir una suerte de opción B. La pregunta es: ¿Qué hacemos cuando eso ocurre?
El psicólogo Martin Seligman, descubrió que hay tres errores muy comunes que debemos evitar cuando nos enfrentamos a un momento difícil. Personalización, generalización y permanencia.
La personalización es la creencia de que es todo nuestra culpa, hacer de lo que ocurrió algo personal. Lo que es distinto a tomar responsabilidad, eso siempre debemos hacerlo. Pero no todo lo que nos pasa a nosotros es siempre culpa nuestra nuestra. Estudios demuestran que olvidar la personalización te hace más fuerte. No tomarse los fracasos de manera personal nos permite recuperarnos.
El segundo error, la generalización, tiene que ver con la creencia de que un evento afectará todas las áreas de sus vidas. No hay dónde esconderse de la tristeza, y eso es falso.
El tercer error es la permanencia -la creencia de que la tristeza durará para siempre. Falso.
Yo deseo haber conocido estos tres errores cuando tenía su edad, haberlo hecho me habría ayudado en tantas oportunidades…
El mes pasado, 11 días antes del aniversario de muerte de Dave, no pude evitar llorarle a una amiga mía. Estábamos sentadas, dentro de todos los lugares posibles, en el piso de un baño. Yo le dije. “Once días. Un año atrás, sólo le quedaban once días de vida”, nos miramos entre lágrimas y nos preguntamos cómo hubiésemos vivido sabiendo que le quedaban once días de vida.
Ahora que ustedes se gradúan, exíjanse a sí mismos vivir como si les quedaran once días.
No me refiero a tirar todo por la borda y irse de fiesta, sino a vivir entendiendo lo maravilloso que cada día puede ser. Lo maravilloso que cada día en realidad es.
Ahora que estoy acá, luego de un año del peor día de mi vida, me doy cuenta que dos cosas son ciertas. Tengo un montón de tristeza, lloro mucho y muy a menudo, y puedo tocar la angustia con mi mano. Pero también estoy consciente de que, por primera vez, agradezco cada respiro que doy, agradezco el regalo de la vida en sí misma. Antes me iba a dormir pensando en todas las cosas que había hecho mal durante el día, hoy me acuesto recordando los mejores momentos que tuve.
Que la muerte de mi esposo me haya servido para encontrar una mayor gratitud es una ironía inmensa. Mi deseo para ustedes es que encuentren esa gratitud, no sólo en los días buenos, sino en los difíciles, que será cuando más lo necesiten.
Espero que vivan cada día de su vida, cada maravilloso día, con alegría y sentido. Espero que caminen sin dolor, y espero que estén agradecidos de cada paso que den.
Y cuando venga la adversidad, espero que recuerden que es una oportunidad de crecer y aprender. Podrán salir adelante, y en el proceso se darán cuenta quién realmente son. Así tal vez, se conviertan en la mejor versión de ustedes mismos”.