El gorila más grande del mundo a punto de extinguirse a causa de la caza ilegal
El gorila más grande del mundo está a punto de extinguirse a causa del incremento de la caza ilegal en la República Democrática de Congo.
Cuatro de cada seis grandes simios de la Tierra están en grave peligro, incluido el Gorila del Este, del Oeste, el Orangután de Borneo y el de Sumatra, según un organismo especializado.
El gorila más grande del mundo está a punto de extinguirse a causa del incremento de la caza ilegal en la República Democrática de Congo, y está ahora en inminente peligro, alertaron expertos.
Con solamente 5.000 ejemplares en el planeta, el Gorila del Este "Gorilla beringei", se encuentra en riesgo de desaparecer completamente, dijeron participantes en la Conferencia de la Unión internacional para la conservación de la naturaleza mundial IUCN, por su sigla en inglés, que se celebra en Honolulu, Hawai, EEUU.
Cuatro de cada seis grandes simios de la Tierra están en grave peligro, "solamente a un paso de la extinción", incluido el Gorila del Este, el Gorila del Oeste, el Orangután de Borneo y el de Sumatra, según la última versión de la Lista Roja del IUCN, el inventario mundial más completo de especies vegetales y animales, puesto a punto este domingo.
"Ver al Eastern gorilla uno de nuestros primos más cercanos, en riesgo de extinción es realmente decepcionante", dijo Inger Andersen, directora general de la IUCN.
También los chimpancés y los bonobos están amenazados de extinción.
La guerra, la caza ilegal y la pérdida de una parte de su hábitat condujeron a "una decadencia catastrófica" de la población de gorilas del este, "que se redujo en más de 70% en diez años", subraya la organización internacional en un comunicado.
"El pariente más cercano"
El gorila del este tiene dos subespecies. Una de ellas, el gorila de Grauer o de las llanuras orientales (G. b. graueri), está siendo diezmado desde 1994: de los 16.900 especímenes relevados ese año se pasó a apenas 3.800 en 2015.
La segunda subespecie, el gorila de montaña (G. b. beringei), no ha sido tan afectado, e incluso su población ha levemente aumentado, alcanzando actualmente los 880 ejemplares.
"Aunque es ilegal matar o cazar grandes simios, la caza representa el peligro más grave para los gorilas orientales", subraya la UICN.
El genocidio ruandés jugó un papel en la drástica reducción de estos gorilas, señala John Robinson, uno de los responsables de la conservación de animales en la organización estadounidense Wildlife Conservation Society.
"El genocidio desplazó a mucha gente desde Ruanda hacia el este de la República Democrática del Mundo, a lugares que habían sido escadamente ocupados por el hombre", explicó este especialista en primates a la AFP.
Algunos de esos nuevos habitantes se dedicaron a cazar gorilas para alimentarse, al tiempo que la minería y la expansión de los asentamientos humanos fue ocupando cada vez más espacio del hábitat de los grandes simios.
"Es realmente escandaloso que estemos a punto de perder a nuestro pariente más cercano en este planeta", lamentó John Robinson.