El incendio en discoteca clandestina en Oakland se cobra 36 víctimas mortales


Las autoridades han registrado el 70% del edificio y aseguran que el número de fallecidos aumentará.

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Escaleras provisionales, mobiliario antiguo y gran cantidad de alfombras en una bodega: quizá no era el lugar más adecuado para un festival de música electrónica. La tragedia en una discoteca clandestina que funcionaba en una bodega en Oakland, California, en la noche del pasado viernes se ha cobrado ya 36 víctimas mortales. La policía ha registrado el 70% y la jefa de bomberos, Teresa Deloach-Reed, ha asegurado que el número de fallecidos aumentará.

El incendio empezó a las 23.30 del viernes. En el almacén, situado en el barrio de Fruitvale, funcionaba una sala de fiestas. Esa noche tocaba el grupo de música electrónica Golden Donna. Aunque las llamas se mitigaron pocas horas después, la evacuación fue el gran problema para los bomberos y policías que asistieron al almacén para socorrer a las víctimas. El techo se desplomó poco después de comenzar el fuego y la mayor parte de las víctimas se encontraban en el ahora inaccesible segundo piso. Las autoridades han reforzado la patrulla canina con intención de usar perros especializados en búsqueda de cadáveres.

Las redes sociales están tomando un papel relevante en la búsqueda y reconocimiento. La página del evento en Facebook, con 293 asistentes confirmados, se ha convertido en el listado no oficial de posibles desaparecidos. Los propios familiares han pedido que se respete su utilidad de modo que se eviten condolencias y mensajes de ánimo en ese espacio para priorizar la información útil.

De manera espontánea se ha hecho un uso de las nuevas tecnologías, con un documento de Google Docs, en el que los amigos y familiares llevan un recuento de la situación, aportan datos de contacto y detalles físicos sobre cada uno de los afectados para facilitar la labor.

Las personas cuyo paradero se desconoce son en su mayoría jóvenes y estudiantes, con perfiles menores de 40 años. Fruitvale, el barrio en que está el inmueble, cuenta con una mayoría de población latina y cercanía con la Universidad de Berkeley.