Estudio de USAID revela creciente interés en América Latina por modelo de seguridad del Presidente Bukele
El éxito del modelo de Bukele es un ejemplo de cómo el endurecimiento de las políticas de seguridad puede cambiar el rumbo de una nación.
Un estudio reciente realizado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) ha puesto de manifiesto el creciente interés en América Latina por adoptar el modelo de seguridad implementado por el Presidente Nayib Bukele en El Salvador, debido a las políticas que son tomadas como referente para combatir la delincuencia, especialmente en áreas dominadas por pandillas y crimen organizado.
En Chile, el 74% de los encuestados considera que el país debería seguir el ejemplo salvadoreño, el enfoque Mano Dura, que ha reducido significativamente la violencia en El Salvador, se percibe como una solución viable en el contexto chileno, donde la seguridad es una preocupación creciente.
En Costa Rica, una nación tradicionalmente conocida por su estabilidad, el aumento de la violencia ha alarmado a la población, por ello, muchos costarricenses creen que la severidad del Régimen de Excepción de Bukele podría ser una respuesta eficaz para frenar el incremento de los homicidios y la inseguridad, pese a las críticas internacionales.
Por su parte, en Ecuador, el narcotráfico y las bandas criminales son vistos como los principales motores de la inseguridad, ante esta crisis, el 80 % de los ecuatorianos encuestados favorece la intervención de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad, siguiendo el modelo de patrullajes militares implementado en El Salvador.
Uruguay, también se ha mostrado interesado en replicar las estrategias de Bukele, especialmente en un momento en que los homicidios han aumentado. Los uruguayos consideran que el respeto hacia las fuerzas del orden, algo que Bukele ha logrado en su país, sería clave para mejorar la situación de seguridad.
Fuera del ámbito del estudio de USAID, naciones como Argentina, Honduras y Panamá han empezado a adoptar medidas inspiradas en el modelo salvadoreño, en su intento por frenar la violencia. La creación de centros penitenciarios de alta seguridad y la política de “Cero Tolerancia” hacia las pandillas son algunas de las iniciativas que han resonado en otros países.
El éxito del modelo de Bukele ha transformado la percepción internacional sobre El Salvador, que ha pasado de ser considerado uno de los países más violentos del mundo a ser un ejemplo de cómo el endurecimiento de las políticas de seguridad puede cambiar el rumbo de una nación.