[FOTOS] Los robots sexuales que hacen adictos al placer a las personas
Según, Snell, un investigador estadounidense, los robots sexuales o sexbots pueden proveer un sexo mejor que el de los seres humanos.
Los robots sexuales son cada vez más populares en el mundo, son muy reales, están siempre dispuestos y no transmiten enfermedades sexuales.
Mientras que para algunos, los robots sexuales pueden ser en una inmensa fuente de placer sexual, otros denuncian que pueden convertirse en una adicción.
Robots como los que se venden en RealDolls han revolucionado el mercado e, incluso, algunos se plantean si serán utilizados en el futuro en los burdeles de Gran Bretaña, para eliminar así el riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual. También hay maledolls, creados por la empresa californiana Sinthetics.
“El sexo robótico puede convertirse en una adicción”, destacó el investigador estadounidense Joel Snell, de Kirkwood College para dicho medio.
“Los sexbots siempre están disponibles y nunca dicen que no, por lo que las adicciones son fáciles de alimentar de esta manera”, advirtió. “Las personas pueden obsesionarse con sus siempre fieles y complacientes robots sexuales”, indicó el experto.
Muchas personas se pueden sentir atraídos por este tipo de compañía sexual en la que se excluyen las “roturas del corazón” o el divorcio. Por otro lado, estas máquinas tienen gran resistencia sexual, por lo que, según, Snell, pueden proveer un sexo mejor que el de los seres humanos.
“Al igual que muchas otras tecnologías que han sustituido los esfuerzos humanos, los robots podrían superar la técnica humana”, advirtió. “Como son programables, los sexbots pueden aprender las necesidades individuales de cada cuál”, expuso.
El lado positivo
Sin embargo, no todo es malo, pues estos robots pueden ser saludables para la vida sexual de sus usuarios. El terapeuta sexual Gurpreet Singh, del Reino Unido, cuestionó que “¿quiénes somos para juzgar a las personas que quieren tener sexo con robots.
Singh recomendó que las parejas pueden involucrar a estos robots a sus relaciones sexuales, siempre y cuando ambas partes estén de acuerdo. También expuso que existen otras adicciones que impactan las relaciones, como por ejemplo, la dependencia al alcohol o a las sustancias controladas.
Muchas personas prefieren tener sexo con un robot, a que su pareja los engañe con una persona real.
Por otro lado, advirtió que lo que no es saludable es eliminar totalmente las relaciones sexuales con seres humanos.