Tortura inhumana a una anciana en prisión
Fue condenada por colgar una pancarta que hablaba sobre la persecución ilegal del régimen chino.
Una mujer de 65 años dijo que fue sentenciada a cinco años en una prisión china, donde sufrió “tortura inhumana” por seguir un tipo de meditación practicada por millones de personas en China.
Sun Zhuoying dijo que en mayo de 2011 fue sentenciada a cinco años por colgar una pancarta que hablaba sobre la persecución ilegal del régimen chino a los practicantes de Falun Gong, una disciplina de cultivación de cuerpo y mente arraigada en las tradiciones chinas, según un artículo publicado el domingo en la página web informativa de Falun Gong, Minghui.org.
En 1999, el Partido Comunista Chino (PCCh) inició su persecución a Falun Gong, conocido tradicionalmente como Falun Dafa. Los practicantes son sometidos rutinariamente a arrestos arbitrarios, acoso, pérdida de empleo, tortura y muerte a manos de los agentes del PCCh. Hace varios meses, un informe dijo que los adherentes de Falun Gong están siendo asesinados por sus órganos en la popular industria de trasplantes de China. Hasta 1,5 millones de trasplantes de órganos han podido ocurrir en China desde el 2000, los cuales fueron en su mayoría “cosechados” de los practicantes de Falun Gong, pero incluyen otros prisioneros de conciencia, según el informe.
Sun describió sus experiencias en un testimonio extenso, diciendo que fue forzada a permanecer de pie 18 horas al día, su cabeza fue golpeada “con objetos pesados” hasta que se desmayó, y también fue sometida a métodos inusuales de tortura incluyendo ser completamente envuelta con cinta adhesiva por otros prisioneros bajo la orden de los guardas de la prisión.
“Me forzaron a dormir en un tablero de madera y me envolvieron con cinta adhesiva. Me ataron las manos, los pies y el cuerpo juntos antes de envolver mis pies y piernas por separado. No podía moverme ni un poco”, dijo.
También declaró que fue obligada por agentes de la prisión a escribir una declaración falsa admitiendo su “crimen”. Después de escribir una declaración para anular su escrito, Sun fue puesta en confinamiento solitario.
“Me torturaron tan severamente que a menudo me encontraba en una situación crítica. Me llevaban al Hospital de la Prisión de Shanghai cada dos meses, una vez perdí la consciencia en el hospital debido a un fuerte sangrado en mi estomago”, añadió Sun, según el informe.
Describió otras formas de tortura, las cuales eran a menudo psicológicas por naturaleza.
“También me forzaron a sentarme en la cama hasta medianoche cada día antes de dejarme dormir. Cuando mis vigilantes me notaban somnolienta, me golpeaban violentamente y me echaban agua fría en el cuello”, añadió. “En mitad del frío invierno me quitaban la sábana cada quince minutos por la noche”.
Sun dijo que regresó a casa en mayo de 2016.
Amnistía Internacional y otras organizaciones de derechos humanos han declarado que el régimen chino ha estado llevando a cabo detenciones arbitrarias en masa, juicios falsos, y otros abusos de derechos humanos resultantes de la persecución.